Los últimos dos meses han sido un tiempo de dolor y bendición.
Los siguientes versículos explica bien la experiencia que hemos tenido.

2
Corintios 1:3-4 (RVR1960)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos
consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros
consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación
con que nosotros somos consolados por Dios.
En los últimos dos
meses hemos sido grandemente consolados por el Dios de toda consolación, quien
nos ha dado la fuerza para consolar a otros. Durante el mes de abril, yo
predique en el servicio fúnebre de mi papa quien partió con el Señor a la edad
de 72 años por motivo de tener cáncer en los pulmones. Una vez más en el mes de mayo fui llamado a
predicar al servicio fúnebre de mi abuela quien también partió con el Señor a
la edad de 92 años. Aunque fue doloroso
predicar en estas funerarias estoy contento de poder compartir el mensaje de
Jesús Cristo con muchos de mis familiares.
Le damos gracias a todos quienes oraron por nosotros durante este
tiempo.
Cuando vivimos por el Señor
es importante recordad que en tiempos de dolor el buen trabajo de su reino
sigue adelante. Abajo hay algunas fotos
y una descripción breve de todas las victorias que Dios nos ha permitido ver a
pesar del dolor y las dificultades.
Durante la primera semana de abril tuvimos el gran privilegio de tener la visita de nuestro superintendente, Dr. Sergio Navarrete
y nuestro director de jóvenes Rev. Manny Rodriguez. Ellos fueron los
predicadores principales durante la fiesta de etnias que se lleva acabo cada
año en el distrito Oaxaca de las Asambleas de Dios.

Durante
la última semana de abril también tuvimos el gran gozo de ver nuestro segundo
grupo de estudiantes graduarse de CAPE, nuestro programa de capacitación pastoral. Por dos años consecutivos hemos tenido el
gran gozo de ver pastores indígenas graduarse de este programa.
Verdaderamente
servimos a un Dios muy poderoso. A pesar de tiempos difíciles en nuestra vida,
Dios es fiel y el trabajo de su reino nunca es detenido.